Uno de los componentes más importantes de la cadena de seguridad en escalada es precisamente estar bien asegurado. Para ello, es necesario escoger un eslabón adecuado al tipo de escalada que se practica y saberlo utilizar correctamente. Estar bien asegurado reduce la energía que produce la caída de un escalador. Pero, pese a asegurar bien, también es importante tener en cuenta qué cuerdas estamos utilizando. La cuerda de escalada es dinámica y su estiramiento absorbe gran parte de la energía generada por el impacto. El principal propósito de los aseguradores es que el rozamiento con la cuerda reduzca el impacto y absorber, junto con la cuerda, la energía generada por la caída.

Dependiendo del tipo de escalada que practiquemos, necesitaremos asegurarnos de una manera u otra. Además, dependiendo de cómo nos aseguremos, necesitaremos un tipo de dispositivo u otro. A continuación, distinguiremos entre diferentes aseguradores:

Asegurador tubular: Su uso recomendado es la escalada profesional, la deportiva y la escalada en búlder. Estos aseguradores son muy comunes. Para utilizarlos la cuerda se pliega y desliza mediante unas ranuras. El asegurador en sí se une al arnés mediante un mosquetón de bloqueo. La fricción causada por el contacto de la cuerda en el asegurador disminuye la velocidad de la cuerda. La mayoría de aseguradores de este tipo cuentan con dos ranuras para poderlos utilizar también en rápel.

Asegurador con bloqueo de frenado: Se recomienda utilizarlo en escalada deportiva y búlder. Dentro de esta categoría, hay dos tipos de aseguradores diferentes. Unos asisten al frenado a un escalador que te siga, a otro que esté por encima de la cuerda o a otro en una multipista. Los otros ofrecen un único modo de frenado para asegurar a uno o dos seguidores. Los dispositivos del primer tipo son algo más pesados que el segundo, pero el sistema de frenado es muy efectivo.

Asegurador con forma de 8: Sus usos recomendados son búsqueda y rescate, espeleología y rápel, pero también pueden asegurar a un escalador superior. Para utilizarlo se pasa la cuerda a través del agujero grande, se le da la vuelta y se vuelve a pasar apoyando todo el peso en la zona central. El agujero pequeño sirve para unirse al arnés con un mosquetón.

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