Sillines y tijas Ciclismo
¿Quieres saber más acerca de los sillines?
Los sillines de las bicicletas son, junto a los pedales y el manillar, uno de los principales puntos de contacto y apoyo en una bicicleta. Es una especie de asiento que va unido a la tija de sillín; un tubo de aluminio o metal que une el sillín con el cuadro de la bicicleta. Este tubo de aluminio o metal es regulable y permite situar el sillín a la altura más adecuada para el ciclista, así como moverlo hacia atrás o hacia delante para ubicarlo en la posición que le sea más cómoda.
Hacer una elección correcta del sillín es fundamental para evitar problemas de comodidad así como dolores e irritaciones en las zonas de apoyo. Hoy en día hay diferentes tipos de sillines en el mercado, entre los que se puede elegir el modelo que más se ajuste al peso y la flexibilidad de cada ciclista.
En general, podemos distinguir entre dos clases de sillines según su forma:
- Los sillines planos permiten que el ciclista tenga más libertad de movimiento tanto hacia delante como hacia atrás. Este tipo de sillines son muy buenos para personas con poca flexibilidad en las caderas, que acostumbran a mantener la cadera sobre el sillín en posición vertical.
- Los sillines curvos, a diferencia de los anteriores, no dejan mucho margen de movimiento sobre ellos. Requieren una posición del ciclista más estática, sea cual sea el terreno por el que se está circulando. Los sillines curvos son apropiados para personas con buena flexibilidad en la cadera y que suelan mantener la cadera inclinada hacia delante y con la espalda recta.
La variedad de sillas de bicicleta disponibles es tan amplia que se pueden encontrar modelos hechos de distintos materiales. Los hay de cuero o plástico forrado, que son apropiados para el ciclismo en carretera; los sillines anatómicos que están indicados para aminorar la presión en la zona de la pelvis, e incluso podemos encontrar sillines diseñados con un gel en su interior, muy cómodos, blandos y adaptables a la forma de cada persona.