Los bebés pueden ir en una silla especial acoplada a la bici desde los ocho meses de edad. Eso sí, es condición indispensable que el niño pueda mantenerse sentado con estabilidad. Podrá viajar en la silla hasta que pese unos 25 kg aproximadamente.

Antes de montar al niño en la bici puedes realizar un simulacro colocando un peso parecido al de tu hijo en la sillita y dando una vuelta para ver cómo te adaptas al nuevo sentido del equilibrio. De este modo, te sentirás más seguro y evitarás riesgos innecesarios con tu hijo encima de la bicicleta.

Tampoco hay que olvidar nunca el uso del casco, tanto para el niño como para ti. Este debe de ser compacto, resistente, con aberturas de ventilación y lo más ligero posible para que el niño se sienta cómodo. Hay que cerciorarse de que se ajusta perfectamente a su cabecita y de que lo lleva puesto en todo momento.

Cuando viajas en bici con tu hijo a bordo también es conveniente realizar paradas cada cierto tiempo.

¿Qué silla portabebés escoger?

No todas las sillitas para bebés son adaptables a todos los tipos de bicicleta, por lo que antes de comprarla, hay que informarse bien. Deben incorporar un arnés que el niño llevará atado en todo momento, ya que un frenazo puede desestabilizarle si no está bien sujeto por los cinturones de seguridad. Además, ha de contar con un reposapiés y protección lateral, para evitar que los pantalones, zapatos o cordones del pequeño se enganchen a los radios de la rueda.

Existen tres tipos de sillas para bebés:

- Las sillas que se colocan en el portaequipajes trasero de la bicicleta son más voluminosas y llevan un respaldo más alto. Esto permite que el niño vaya muy cómodo y que pueda recostarse y dormir si le entra el sueño durante la ruta. Además son fáciles de llevar y cortan el aire de cara a los niños, al ir colocadas detrás. También suelen aguantar un mayor número de kg de carga que el resto de sillas, unos 25 kg aproximadamente.

- Las sillas que se fijan en la barra central del cuadro de la bicicleta son las más estables, según aseguran sus fabricantes, porque en el centro de la bici se encuentra el centro de gravedad y es más difícil que se desequilibre por el peso. Las más resistentes suelen soportar hasta 22 kg de carga, aunque depende del fabricante.

- Las sillas que se sujetan en el manillar de la bicicleta, permiten al adulto controlar a su hijo en todo momento. Se suelen usar sobre todo con los bebés de más temprana edad. Las sillas para niños que se llevan delante, normalmente, son hasta los 3 años de edad máximo, o un peso máximo de aproximadamente 15 kg, aunque depende del fabricante.

Por último, recordar que la silla portabebés debe ser revisada y apretada cada vez que se utiliza ya que debido a los movimientos del niño y del terreno se puede aflojar lentamente y acabar debilitando el material.

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