Máscaras Ciclismo

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Las máscaras de ciclismo están concebidas para el ciclista de descenso, con el objetivo de proteger la cara y los ojos del polvo, la humedad y otras adversidades. Las máscaras se valoran por sus niveles de flexibilidad, resistencia, sujeción, ligereza y adaptación a las condiciones exteriores.

La mayoría de las máscaras que se fabrican actualmente incorporan la espuma interior de tres capas, que permite una mejor adaptabilidad y sellado en la cara, al mismo tiempo que absorbe la humedad y el sudor. Por otra parte, también es importante tener en cuenta el campo de visión de la máscara, la nitidez y si las lentes llevan algún tratamiento antiempañamiento.

Lentes de plutonite

Uno de los materiales más ópticamente puros que se utiliza hoy día en las lentes de las máscaras es el plutonite. Éste maximiza la claridad y la resistencia a los impactos al mismo tiempo que repele el 100% de los rayos UVA, UVB y UVC y protege de la luz azul dañina hasta 400 nm, que significa que bloquea el 100% de la radiación ultravioleta. En algunos casos también se recomienda escoger una lente con el recubrimiento Iridium para minimizar el reflejo y ajustar la transmisión de luz. Como alternativa al plutonite, que se encuentra en las máscaras Oakley, existen las lentes de policarbonato, que son inastillables, resistentes y filtran los rayos UV más perjudiciales.

El color de la lente

Las lentes pueden ser de diferentes colores y tonalidades, que influyen en la percepción del terreno y las sensaciones sobre la bicicleta. Aunque la elección del color depende de las preferencias a nivel personal, existen indicaciones básicas para escoger la tonalidad que más se adapta a cada situación.

Los cristales oscuros, de color negro o gris, se recomiendan para días de sol y con mucha luz. Aunque oscurecen la visión, el gris no altera los colores naturales, de forma que todo permanece en la tonalidad normal. Las lentes oscuras son ideales para la conducción en carretera, mientras que no son tan recomendables para la práctica del descenso y el MTB, ya que el gris podría dificultar la percepción y el contraste de la visión.

Los cristales de color ámbar, amarillo, rosa o rojo bloquean la luz azul, incrementando el contraste de la visión. Es por esta razón que son muy recomendables para la práctica del descenso por senderos con piedras y polvo en días nubosos o con iluminación moderada. Además, los amarillos también son recomendables para los días de niebla, ya que los tonos amarillentos incrementan la claridad, de forma que el ciclista puede ver dónde se dirige incluso con niebla densa.

Otra opción es elegir un tintado más brillante con un revestimiento de efecto espejo, que consigue bloquear el paso de algunos tonos de luz.

Las lentes claras, por su parte, no alteran la visión natural, de forma que son ideales para condiciones oscuras para proteger la vista del polvo y los rayos ultravioleta.

El VLT es una medida que determina el porcentaje de luz que pasa a través de los cristales y que llega a los ojos. Existen cinco categorías VLT para clasificar las lentes:

0 - Del 80 al 100%: transparente o muy clara

1 - Del 43 al 80%: clara

2 - Del 18 al 43%: media

3 - Del 8 al 18%: oscura

4 - Del 3 al 8%: muy oscura


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